En la sala templada, la primera y más amplia estancia del Hammam, se inicia el circuito. A 37ºC y 80% de humedad… ataviados con solo un pareo, tras una ducha con agua tibia, nos tumbamos o sentamos cómodamente en los calientes bancos de piedra y empezamos a relajarnos, mientras el cuerpo se acostumbra al calor húmedo. Podemos refrescarnos con agua cuando el cuerpo nos lo pida, en la piscina, en la ducha o con los cuencos labrados de metal.