En una sociedad ruidosa como en la que vivimos se ha dejado de valorar la importancia del silencio y sus beneficios para la salud. El ajetreo diario, el tráfico, la televisión, los móviles impiden que disfrutemos del silencio y apreciemos la falta de ruido. Al contrario, muchas veces, cuando nuestros compañeros de trabajo, amigos o pareja se quedan sin palabras, nos sentimos incómodos.
Pero también se da la situación, seguro que más de una vez te has encontrado, que vas por la calle y oyes una sirena de una ambulancia, el tráfico, alguien chillando y las máquinas de una obra a pleno rendimiento, y de golpe la sirena desaparece, las obras se detienen y el nivel de ruido disminuye y te sientes aliviado, agradeces ese momento. Esto es una muestra de la necesidad del silencio para el cuerpo.
Ya hay varios estudios que destacan que el silencio contribuye al bienestar de las personas, porque ayuda a:
-Reducir el estrés; según estudios científicos el ruido hace que la amígdala, una estructura cerebral que está implicada en las emociones y la memoria emocional, envié estímulos cerebrales para segregar adrenalina y cortisol, sustancias que provocan la sensación de estrés. El silencio reduce estas sustancias y por lo tanto los niveles de ansiedad y nerviosismo.
-Reducir el insomnio; encontrar diez minutos al día para estar en silencio contribuye a un mejor sueño. Aunque el empezar a practicar el silencio se hace difícil, porque en eso momento aparecen todas las preocupaciones y nos dan vueltas por la cabeza, con la práctica se aprende a dejarlas de lado y a centrarse en ese momento de paz. Conseguir llegar a este nivel de relajación ayuda a tener un mejor sueño, además si tenemos en cuenta el punto anterior, nuestro cuerpo reduce las hormonas del estrés y por lo tanto la hora de dormir es más placentera.
-Resetear el cuerpo; nuestro cerebro es como un ordenador y aunque no deja de funcionar en ningún momento, ni durante las horas de sueño, sí que necesita bajar el ritmo de su actividad para regenerarse. Se ha demostrado que disfrutar de momentos de silencio ayuda a mejorar el sistema inmune, baja la tensión arterial y permite el crecimiento de nuevas células en la zona del hipocampo, región implicada en los procesos de memoria y aprendizaje.
-Fomentar la creatividad; ¿cuántas veces has oído a artistas, escritores o pensadores que para crear sus obras se retiran unos meses a zonas más tranquilas? No es casualidad, lo que hacen es buscar el silencio ya que en un entorno de calma, donde no hay ruido, las ideas fluyen más fácilmente y poco a poco la creatividad se desborda. No hace falta ser artista para ponerlo en práctica.
-Fomentar el autoconocimiento; el silencio, aunque cuando no estamos acostumbrados nos puede incomodar, es una buena arma para conocernos. Nos permite asimilar toda la información que nos rodea, analizar la que es importante y desechar la intrascendente. Deshacernos del ruido exterior y centrarnos en nosotros mismos, ver qué queremos realmente, qué sentimos y hacia dónde queremos ir. Incluso nos permite escuchar nuestro cuerpo y detectar cuando algo no va bien.
Como ves, el silencio es una buena terapia para tu salud y bienestar y lo mejor, si quieres empezar a practicarlo, es buscar espacios donde el silencio forme parte de la experiencia de desconexión y bienestar, de esta manera será más fácil ponerlo en práctica e incluirlo en tus hábitos.